2023
9′ Min
Colombia
Español
Julián D. Saldarriaga Cardona
Paulina Vallejo Soto
Irma Janete Cardona Álvarez
Edilia Álvarez Santamaría
Julián D. Saldarriaga Cardona
Juan José Arias Gil
Julián D. Saldarriaga Cardona
Santiago Gallego Escudero
Fecha/Hora | Teatro | Ciudad |
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Viernes 1 de septiembre | 6:30 p.m. | Casa de la Cultura Miguel Uribe Restrepo | Envigado |
Sábado 2 de septiembre | 4:00 p.m. | Auditorio CAM Alcaldía Barbosa | Barbosa |
Lunes 4 de septiembre | 5:00 p.m. | Casa de la Cultura Cerro del Ángel | Bello |
Martes 5 de septiembre | 7:00 p.m. | Centro Colombo Americano | Medellín |
Julián D. Saldarriaga Cardona. Estudiante de Comunicación Audiovisual y Multimedial en la Universidad de Antioquia e investigadore en la Universidad de Winnipeg. Ha trabajado en el departamento de producción de películas nacionales e internacionales y en procesos de formación comunitaria con enfoque en género y memoria doméstica.
Mientras celebra los cincuenta años de su mamá, Julián reflexiona sobre los archivos domésticos, el afecto y las ficciones que oculta la memoria de su familia.
La constitución del embalaje de las ausencias pareciera que tuviera, como primera capa, la nostalgia de la evocación y, con ella, recuerdos incontrolables que se presentan diáfanos y a veces convulsos ante quien los convoca. El primer plano de la película es precisamente eso: un suave despertar que emula los sentidos cuando se recuerdan las cosas. Tantos domingos, de Julián Saldarriaga, modula sus planos sobre una pregunta crucial: ¿Cuándo es que, por el afán de la cotidianidad, las presencias casi indetectables (y paradójicamente fijas por las fotos y los videos caseros) se desvanecen? En un viaje por la Medellín nocturna, que sirve como lugar del aquí y el ahora, el personaje emprende una búsqueda interior para mantener vívida, aún en lontananza, la imagen de un padre que ya no está presente (aunque la memoria material íntima del hogar diga lo contrario). Al igual que Marcel Proust, Julián Saldarriaga está “En busca del tiempo perdido”. En el primer libro, “Por el camino de Swann”, el narrador hace alusión al día en el que, al probar una magdalena o bizcocho remojado en té, vino a su mente un bloque de recuerdos de la infancia y, con ellos, la figura casi olvidada de su tía abuela que le daba, justamente, esa combinación de magdalena y té todos los domingos antes de ir a misa. Asimismo, el personaje en Tantos domingos, al escuchar el vaivén ecléctico de las olas del mar, captura para siempre la esencia de su papá, develando poco a poco una imagen que se convierte en artefacto tangible para preservar (modificar) la memoria.
Valle de Aburrá, Antioquia