Sabemos muy bien que el cine nunca morirá (siempre habrá nuevas películas por descubrir, siempre existirán esos artistas fuera de fácil clasificación que empujarán las imágenes y los sonidos hacia nuevas fronteras), sin embargo, el año 2020 y sus secuelas nos pusieron frente a una evidencia sombría: el cine estaba ya muy lejos de las salas, de los lugares de encuentro; el cine había dejado de ser un lugar de comunión. Así es como nace Cinemancia: con un espíritu combativo y de persistencia. Insistimos en el desplazamiento hacia las salas, en el dejarse llevar por el torrente del cine liberador que está más allá de los márgenes del circuito tradicional de exhibición, y en el descubrir en medio de la oscuridad, pero no como un efecto litúrgico o como un bálsamo preciso de instrucciones, no, creemos en el cine y en Cinemancia (que es un festival que celebra y elogia el cine) como un espacio para la comunión, la discusión, la exploración, para la creación de nuevas intensidades y nuevas corrientes dedicadas a la apreciación y la circulación del cine. Es una tarea grande pero estamos acá para cumplirla.
El cine un ecosistema vivo que requiere de espectadores inquietos, atentos y libres de prejuicios: el cine como un hábitat fértil que nos invita a crear otras relaciones con lo que nos rodea, un cine que es experiencia trascendental porque alimenta la capacidad del lenguaje para tratar y extender los misterios de todo lo que tiene vida, de todo lo que es bello, pone lágrimas en los ojos y perfora las entrañas. Presentamos un cine que no esconde sus heridas, un cine siempre dispuesto al riesgo y a los saltos sin red. Celebramos un espacio para el atrevimiento, el misterio y la materia viva.
Todas las proyecciones se llevan a cabo en salas de cine, casas culturales, museos y teatros de fácil acceso para el público que quiera desplazarse y participar de la programación.
Para la proyección de películas, la organización del festival se divide en cinco secciones no competitivas:
La premisa de programación para esta sección se dirige hacia motivar y horadar la pregunta ¿Qué pasaría si el cine fuera cualquier otra cosa distinta a lo que sabemos que es? Si el cine obedeciera a otro concepto, a algo desconocido, inexplorado. ¿Qué pasaría si las películas las hicieran ya no los cineastas sino los botánicos, los astrónomos, los antropólogos, los arquitectos, los geólogos? Nos estamos concentrando en películas independientes donde la realidad y la ficción sean agentes imposibles de identificar. Para esta sección se buscan películas que sean ensayos, cartas de amor, cartas de rabia, ciencia, testimonios, diarios.
Valle de Aburrá, Antioquia