Alicia, de repente, siente el temor de ser aburrida y hace cosas para evitarlo. Alicia hace cosas, de Ángel Santos, es un cortometraje sobre la búsqueda de sentido cuando la insatisfacción allana. Alicia, la protagonista, es consciente de una aparente quietud y se embarca en acciones que puedan mitigarla. En el umbral de lo monótono, Alicia se nombra para no olvidar que existe; que está ahí. Hace cosas para corroborar con el mundo exterior que está presente. Pero la huída del tedio es una falsedad. La Acedia, como dice la película, es saber que algo es posible, pero, ahora, parece inalcanzable. La incapacidad de la pausa es la conciencia del aburrimiento. Cuando bajan las revoluciones en su vida, Alicia necesita de sentido y es ahí donde se obsesiona por encontrarlo. Sin embargo, a medida que avanza el corto, vemos cómo Alicia se reconcilia con el tedio cuando deja de vivir al límite y se mimetiza con los espacios de pausa que se puede permitir. La quietud es, precisamente, lo que la lleva a contemplar las respuestas que necesita.