2022
15′ Min
Colombia
Español
María Angélica Restrepo
Carlos David Velandia
María Angélica Restrepo
Carlos David Velandia
María Angélica Restrepo
Carlos David Velandia
María Angélica Restrepo
Carlos David Velandia
María Angélica Restrepo
Carlos David Velandia
Carlos David Velandia
Luz Guzmán
Fecha/Hora | Teatro | Ciudad |
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Martes 5 de septiembre | 7:30 p.m. | Libros Antimateria | Medellín |
Miércoles 6 de septiembre | 3:00 p.m. | Casa de la Cultura Cerro del Ángel | Bello |
María Angélica Restrepo. Egresada de la Escuela de Cine y Televisión de la Universidad Nacional de Colombia. Su trabajo oscila entre la realización de arte en nuevos medios y la dirección de arte. Todas mis cicatrices se desvanecen en el viento (2022) tuvo su estreno mundial en competencia en de Annecy. Fue parte del departamento de arte en la película Memoria de Apichatpong Weerasethakul.
Carlos David Velandia. Programador y director de cine cuyo trabajo se centra en el impacto cultural del lenguaje audiovisual hegemónico. Ha sido invitado como curador y jurado en eventos como el Festival du Nouveau Cinéma y el BIFF. Su trabajo como cineasta ha sido exhibido en festivales como Annecy, el Festival Internacional de Cine de Vancouver, el Festival de Cinema Latino-Americano de São Paulo, VIENNA SHORTS y le ha merecido premios como el Silver Lynx del FEST – New Directors | New Films.
Entre recuerdos intrusivos y memorias buscadas, una mujer atiende un desconcertante llamado desde las profundidades de su ser. Un críptico grito de auxilio que se hace cada vez más inteligible la guía hacia la herida original, hacia su niña interior, a quien dará consuelo para finalmente convertirse en su propia protectora
Durante la película los planos se mueven hacia adelante, en medio del vacío oscuro (tal vez un rincón en la galaxia), atravesando pasillos, edificaciones, y senderos en medio de la naturaleza. Todos estos lugares están hechos a partir de una red de grumos, o efluvios coloridos, que tienen la apariencia de hologramas. En la primera imagen estos efluvios surgen y se impulsan hacia arriba, como si fueran residuos de las llamas de una fogata. La ausencia de diálogo en el ambiente sonoro es compensada a partir de los subtítulos que relatan recuerdos violentos, rasgados, en los que ha estado una mujer, una abuela, mientras se oye el sonido impetuoso del viento, los cantos de los pájaros, los sonidos del mundo, y, un par de veces, la frecuencia grave de un instrumento de cuerda que retumba, evocan los lugares por donde transita cada plano. Las imágenes sugieren, al igual que los subtítulos, la presencia de un fantasma, como si el recorrido de los lugares fuera transitado por la abuela, por la madre, que evoca sus recuerdos, para su hija, para su nieta, desde un más allá. El cine en esta película es una herramienta para acortar la brecha entre la vida y la muerte, para lograr acercar a dos cuerpos.
Valle de Aburrá, Antioquia