2022
16′ Min
Colombia
Español
Nicolás Gaitán Sierra
Carlos Hurtado Múnera
Myriam Sierra
Guillermo Upegui
Nicolás Gaitán
Juan David Bohórquez
Manuela Cabrera
Carlos Hurtado Múnera
Juan Sebastián Sisa
Fecha/Hora | Teatro | Ciudad |
---|---|---|
Sábado 2 de septiembre | 4:00 p.m. | Centro Colombo Americano | Medellín |
Martes 5 de septiembre | 4:00 p.m. | Mojito Disco Bar | La Estrella |
Nicolás Gaitán Sierra (Bogotá, 1996) Director de cine egresado de la Universidad Central de Colombia. Su trabajo explora las intersecciones entre el cine y la palabra, las autoficciones familiares, y puestas en escena que debaten la idea de documental y ficción. Trabaja con materiales como cartas de correspondencia, relatos familiares inconclusos, y momentos en la historia que cuestionan las masculinidades, entre otros. Recientemente fue asistente de Dirección del largometraje Perros de Niebla (2023), el cual se encuentra en postproducción, y actualmente se encuentra en el desarrollo de su primer largometraje Mirar a los dioses.
Dos fotografías de mi madre cuando era joven y un texto que habla del personaje de ficción que a veces interpreta, Sofía, quien recuerda las palabras de mi padre. Es de día y mientras Sofía pasa el tiempo, de repente aparecen fragmentos de una carta. Con la intención de pasar tiempo fuera de su apartamento, deambula por la ciudad.
Nicolás Gaitán Sierra abre Tránsito (2022) con dos retratos, exactamente iguales, de dos mujeres distintas: una es su madre y la otra es Sofía, el personaje que su madre interpreta cuando quiere recordar las palabras de su padre. La madre observa el tiempo; es espectadora; nunca interviene; hace silencio. Pero, todo silencio dice algo. Esa elocuencia es, precisamente, Sofía. Sofía habita el tiempo. Tránsito es un retrato de su rutina en la Bogotá. Sofía viaja en todas las dimensiones que el tiempo le permite recorrer. Retoma el pasado, inventa posibilidades o existe en un presente inmediato. Ella recorre el tiempo mientras camina por Bogotá. La ciudad opera como un dispositivo de abstracción temporal. En Bogotá todos los tiempos son posibles. Sofía puede irse a medir un par de zapatos y, al mismo tiempo, existir en el recuerdo de su marido. Ese recuerdo es una carta que encierra todo en un instante. De esta forma, las caricias del pasado son las mismas que acompañan a Sofía en su recorrido presente. Sofía en Bogotá navega el infinito y así mantiene vivos los detalles que el tiempo borra. Al final, las luces direccionales de un carro emulan el sonido de un reloj. Un reloj que no se detiene. Un segundero falso que nos sitúa, de nuevo, como observadores del tiempo. Nicolás, en su cortometraje, nos confirma que es posible encerrar el mundo entero, así sea pocos minutos, en una imagen
Valle de Aburrá, Antioquia