Un rebaño de ovejas. Dos perros. Un grupo de pastores. Ellos acompañan el avance del relato de la película. La sucesión de imágenes es suave y contemplativa (en el sentido que los elementos mostrados no exaltan una jerarquía de visualización o protagonismo). La elección del cuadro o del montaje nunca sugiere una imposición brusca en el modo de desmembrar, paralizar o acelerar la imagen.  El paciente desplazamiento de las ovejas por los campos, y la rutina de los pastores, sus perros, y su labor con el rebaño, están acompañados por pequeños textos en pantalla, justificados a la izquierda. El texto añade información y ritmo poético. Las palabras, en su autonomía,  relatan las consecuencias que tiene un sujeto al decidir buscar un rastro, una huella, una lejana evidencia. Entonces, ya  la película no es solamente la secuencia de un pastoreo de ovejas a través de, exclusivamente, planos detalle y planos generales, sino que, con los textos en pantalla, se genera una tensión, o contrapunto, que sugiere una tercera imagen o teoría, en la que transitar por el campo también supone peligros. Estar dispuesto a perderse entre el jardín de los senderos que se bifurcan, para encontrar ese algo, ese rastro que el deseo se inclinó a buscar, aparece como centro de la película. El epítome de “la aparición de la tercera imagen” tiene que ver con unos leones encerrados en un zoológico, cosa que a su vez funciona como indicio de que uno de los senderos puede conducir a un animal que no es libre de transitar por los campos. Otras imágenes de la película manifiestan la operación: senderos con árboles que fueron talados, a su vez señales de que hubo una guerra por aquellos campos, un conflicto que bordea uno de los caminos verdes y desemboca en la ciudad. Justamente se dice que, en uno de los múltiples caminos que hay en el campo, el sendero puede conducir a la ciudad, y tal vez, con ello, al fin de un ritmo contemplativo. O tal vez el sendero de la ciudad es tan solo uno entre muchos senderos y, si se camina con cuidado, aquel camino también se puede bordear.