Cinemancia Festival

Kolkhida

Kolkhida

Año:

1967

Duración:

20′ Min

País:

Georgia

Idioma:

Georgiano

Director:

Soso Chkhaidze

Productores:

M. Potskhveria

Guionista:

G. Alexandria

Director de fotografía:

Roman Tsurtsumia

Montaje:

G. Gvantseladze

Sonido:

G. Gvantseladze

Horarios

Fecha/HoraTeatroCiudad
Sábado 14 de septiembre | 5:00 p.m.Cinemas Procinal Las AméricasMedellín

Director:

Soso Chkhaidze

Director de cine, guionista y profesor georgiano. En 1967, cuando todavía era estudiante de tercer año en el Instituto de Cinematografía, rodó en el Estudio de Cine Documental de Georgia la película «Kolkhida», sobre el problema del aprovechamiento de las tierras pantanosas, que se manifestó repetida y dolorosamente en años siguientes. Recibió el premio principal a la mejor película de divulgación en el festival zonal celebrado en Ereván.

Sinopsis

Sinopsis

Kolkhida, el hogar de Medea, un lugar con una historia que se remonta al mito de los argonautas, enfrenta nuevos desafíos bajo el dominio soviético en 1967.

Reflexión

Reflexión

Reflexión

Reflexión

El pasado clásico de la Cólquida, tierra de Eeetes y de su hija Medea, explorada y sacudida por la ambición de Jasón, se enfrenta a una tierra en su estado actual, en el que la lluvia moldea el terreno. La voz en off del narrador alude al mito griego de Apolonio de Rodas, sólo para enfatizar que en estos paisajes de neblina y agua se narró una historia fascinante de un pueblo que parece haber enfermado de olvido desde los tiempos de Medea. La tierra es fértil, pero la lluvia inunda con frecuencia los campos y hace de los cultivos un pantano. Los habitantes de la región se limitan a hablar, desde el silencio reconocen que señalar lo evidente no acabará con los problemas agrícolas. Los vemos recorrer el campo, resistir a la fuerza colosal de la naturaleza con paciencia. El montaje está regido por el ritmo del viento que mece los árboles y por las estaciones. Pareciera que Chkhaidze pensara el montaje en relación con la meteorología: se observan y se organizan las imágenes de acuerdo a los cambios climáticos. De hecho, la manera en cómo es presentada la naturaleza destaca por su riqueza plástica: sus planos se asemejan a paisajes decimonónicos –como la serie de pinturas Almiares de Monet– o a bodegones. Sin embargo, su mirada no sólo busca lo bello en la naturaleza, que a veces es una salida fácil para filmar, sino que también se enfrenta a lo terrible, como los campos inundados por la lluvia, o una vacada intentando sobrevivir al agua que ha subido el nivel del río. Con esta representación, Chkhaidze vincula al pueblo y a sus habitantes con la tierra misma. En un tono bastante optimista, finaliza su película casi como una oda a la resistencia de las personas en la Cólquida, que enfrentan las acometidas de lo inesperado y triunfan con la llegada de la primavera abundante.

DANIEL ZORRILLA ROMERO
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