Cinemancia Festival

Merecemos un imperio

Merecemos un imperio

Año:

2024

Duración:

24′ Min

País:

Colombia

Idioma:

Español

Director:

Mauricio Maldonado

Dirección de fotografía:

Mario Barrios Simanca

Productores:

Jenny David Piedrahita

Elenco principal:

Paulina Giraldo Hincapié

Andrea Padilla Cervantes

Gabriel Zabaleta Enrique

Guionista:

Mauricio Maldonado

Montaje:

Juan Cañola Vélez

Sonido:

Alejandro Escobar Vallejo

Horarios

Fecha/HoraTeatroCiudad
Domingo 8 de septiembre | 7:00 p.m. Teatro Escena 3Copacabana
Viernes 13 de septiembre | 4:30 p.m.Centro Colombo Americano | Sede Centro | Sala 1Medellín

Director:

Mauricio Maldonado

Cofundador de Cosmódromo Cine, profesional en comunicación audiovisual de la Universidad de Antioquia con estudios de narrativa contemporánea. Su cortometraje En busca de aire (2015) fue premiado en la categoría de Nuevos Creadores en el 55º Festival Internacional de Cine de Cartagena (FICCI 55). Director y guionista de los cortometrajes La noche resplandece (2018) proyecto ganador del Fondo para el desarrollo cinematográfico FDC-2016 y Las fauces (2020) proyecto ganador del Fondo para el desarrollo cinematográfico FDC-2018, (Premiado en los festivales de São Paulo Kinoforum, FICVALDIVIA, BOGOSHORTS, FICCALI). Actualmente trabaja en el desarrollo del largometraje Los diluvios, proyecto ganador del estímulo de escritura (FDC-2019)

Esta película se proyecta con:

 

algo esta noche, de Juan Manuel Pinzón

Nagano, de Letícia Hayashi

La noche del minotauro, de Juliana Zuluaga

Sinopsis

Sinopsis

Un grupo de jóvenes excava restos de oro en el interior de una mina recientemente abandonada.

Reflexión

Reflexión

Reflexión

Reflexión

El cuerpo de la mujer es un cuerpo condenado, de piel que buscan escarbar, como tierra de la que extraen a la fuerza el oro. Ella llora a secas –a falta de agua–, se mueve en silencio, rasca su piel para acercarse a la carne, ella se vende, se impregna y finalmente satisface. Y, tal como ella, adolece sin lágrimas. En medio de una aparente tranquilidad que pretende ofrecer a sus inquilinos, la tierra sangra. La naturaleza en la película es un territorio del no-descanso, las imágenes de los espacios exponen abismos, aguas grises y precarias, árboles tan altos y juntos entre ellos que el cuadro apenas alcanza a contener –no vemos sus copa–; y es que en esta película respirar y poder ver hacia al cielo, allá arriba del horizonte, parece un regalo exclusivo. Los personajes que merodean este territorio están enterrados en él. Ellos son autómatas ante el sufrimiento, se han acostumbrado a experimentarlo, la voz de sus penas es acompañada por un rostro en calma. La película nos demuestra cómo este enorme dolor resignado es el sacrificio para, al final, tener como recompensa un cubito de oro acogido en una mano sucia.  Solo la mujer es perdonada de su pecado, al verla mezclándose entre el agua y el cielo,  la imagen finalmente nos permite respirar.

GABRIELA MORALES ROMERO

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