La película favorita de los cineastas georgianos contemporáneos gira en torno a Sosana, un pastor que vive junto a su esposa, su hijo y una amiga. En la apacible vida de campo, entre los rebaños y el calor familiar, la tranquilidad es la regla. El anciano no conoce otro estilo de vida, y modificarlo no se encuentra en sus planes a futuro. Pero todo se transforma cuando un grupo de geólogos descubre petróleo debajo de las tierras del campesino y las má-quinas se instalan en los inmensos y vírgenes valles. El verdadero enfrentamiento de Sosana será frente a la modernidad, que reclama la adaptación del pastor a los inevitables cambios. En Great Green Valley, las temáticas más recurrentes del cine soviético –la conexión del hombre con la tierra y la relación del pueblo con el trabajo– se topan con las sorprendentes inclusiones de Kokochashvili: el pesimismo y el escepticismo ante las soluciones colectivas.