2022
15′ Min
Bangladesh
Árabe
Mehedi Mostafa
Mehedi Mostafa
Mehedi Mostafa
Mehedi Mostafa
Emil Joseph
Shreyank Nanjappa
Fecha/Hora | Teatro | Ciudad |
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Domingo 8 de septiembre | 6:30 p.m. | Auditorio Casa Cultura | Barbosa |
Lunes 9 de septiembre | 5:00 p.m. | Casa Municipal de la Cultura de Caldas | Caldas |
Nació en Bangladesh y estudió arquitectura en Dhaka antes de entrar a la escuela de cine Whistling Woods International, con sede en Mumbai. En 2017 finalizó su diploma en realización cinematográfica con especialización en dirección. Actualmente trabaja en un proyecto de largometraje documental titulado Making Places y desarrolla un largometraje de ficción. Ha asistido a Docedge Kolkata, Uniondocs Summer Documentary Lab y la Locarno South Asia Industry Academy. Por su cortometraje Fantasy in a Concrete Jungle (2022) recibió el Lab Student Prize.
Esta película se proyecta con:
Cambium, de Maddi Barber, Marina Lameiro
Nueva esperanza, de Carlos Rentería
Es un ensayo sobre Dhaka, una ciudad misteriosa y no planificada. Viaja desde la ruidosa ciudad al silencio del pueblo, encuentra personas, incidentes y paisajes. La película es una meditación sobre la nostalgia por el pasado rural y la búsqueda de un hogar en el presente urbanizado.
Dhaka es una ciudad con cerca de 36 millones de personas, su exponencial crecimiento ha generado que cada rincón sea utilizado, igualándola a una fértil jungla donde la naturaleza es implacable. Cada metro cuadrado de esta área verde tiene una lucha constante contra algo nuevo que quiere crecer y asentarse. Esta ciudad es retratada como un complejo sistema de sonidos, masa humana y cemento de una densidad infinita, juntos, reproducen el efecto del big bang: algo ha explotado en algún momento y ahora parece transformarse en una sola partícula uniforme de masa y energía acumuladas –también a la espera de explotar–. Mostafa filma la ciudad con una mirada similar a la que King Vidor daba a la ciudad –y su armonía apabullante– en The Crowd. En Fantasy in a Concrete Jungle, la mirada se parece más a un sonido experimental y el gran valor del director es pasar de ese recital de sonidos a un silencioso espacio, interrumpido por la presencia de solitarias máquinas que empiezan a construir (o destruir) aquellos sueños de concreto, algo así como transformar un (otro) pueblo en esa Dhaka artificial que arrolla todo a su paso. El contraste inevitable entre la arquitectura opresiva urbanística y todo lo demás que retrata el director es el mismo que se ve en la consideración de que, fuera de Dhaka, no hay mucha vida y/o nuevas oportunidades. En ese ambiente opresivo están las verdaderas oportunidades, mientras que en el pequeño (“y verde”) pueblo el futuro se ve difuso. La poética de cemento del director deja hablar al espacio cuyo ruido parece llenar cada píxel, y es allí donde está el rigor del plano que transforma el verde de un bosque en muchos árboles grises con ventanas.
Valle de Aburrá, Antioquia