2022
15′ Min
Bélgica / Colombia
Italiano, Español
Juanita Onzaga
Juanita Onzaga, Gus van den Berghe, Daniel Loustaunau
Diana Scalfati, Mégane Astrid Deutou, Cynthia Kuchi
Juanita Onzaga y Mathieu Volpe
Juanita Onzaga
Juanita Onzaga
Jeremy Bocquet y Juanita Onzaga
Fecha/Hora | Teatro | Ciudad |
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Sábado 3 de septiembre | 7:00 p.m. | Sala 2 | Centro Colombo Americano | Medellín |
Martes 6 de septiembre | 7:00 p.m. | Libros Antimateria | Medellín |
Juanita Onzaga (Bogotá, 1991). Cineasta colombo-belga que juega con formas híbridas que combinan ficción y documental. Se graduó en Dirección de Cine de LUCA School of Arts en Bruselas después de obtener una licenciatura en Dirección de Fotografía en el Institut des Arts de Diffusion (IAD). Prepara su primer largometraje, Los paisajes que buscas.
Esta película hace parte del programa El interior de la tierra
Se presenta con Presagio, de Tiagx Vélez y Juliana Zuluaga; Instant Life, de Ojoboca; Yarokamena, de Andrés Jurado.
Descrita por su directora como una obra de “futurismo ancestral”, este vertiginoso viaje visual toma la perspectiva de Sybille, la última mujer sobre la Tierra, un planeta donde ya no existe el agua. Ella busca comunicarse con el espíritu del agua, portador y transmisor de más recuerdos de los que los humanos podrían recordar. Filmado en Súper 8, este viaje sensorial encuentra una forma fluida para describir el fin de la Tierra tal como la conocen los humanos.
Aquí no hay agua sino sólo roca
roca y nada de agua y el camino arenoso
el camino serpenteando allá arriba entre las montañas
que son montañas de roca sin agua
si hubiera agua nos detendríamos a beber…
La tierra baldía
T.S. Eliot
Con paso lento, pero firme y seguro, Juanita Onzaga está dando forma a una obra envidiable. Sus obsesiones sensoriales y políticas se han ido materializando en tan solo tres cortometrajes, La jungla te conoce mejor que tu mismo (2017), Nuestro canto a la guerra (2018) y El mañana es un palacio de agua (2022), estrenados en Berlín, Cannes y Rotterdam respectivamente. En su tercer trabajo, nos propone un viaje a un futuro de tierras áridas, donde una Sibila es la última habitante de un planeta que se ha quedado sin agua. El núcleo del viaje es la imaginación y el poder que esta exhala –al cual todavía no le damos su debido lugar–. Son las visiones del mundo las que nos permiten construir un futuro y al mismo tiempo un pasado. Evocar desde el presente las posibilidades de un comienzo sin fin y un final que siempre es un punto de partida ¿Son nuestras visiones de otro mundo nuestra salvación? Juanita Onzaga al referirse a su trabajo lo define como futurismo ancestral, una especie de conexión mítica entre fuerzas prístinas y el devenir histórico. Así, la Sibila será un ser que escucha el dolor del interior de la tierra, y mientras deambula, transitamos junto a ella por un suelo sólido y cuarteado que revela la ausencia de lluvia desde hace 3 años. En este tiempo y lugar sin nombre, la promesa de la tecnología como herramienta salvadora es inexistente, la electricidad es un recuerdo lejano y las máquinas objetos obsoletos. El hallazgo de las últimas gotas de agua hará que la Sibila viaje entre hipnóticas visiones y escuche a Oshun, el espíritu del agua dulce, a quien le rezará para que el sagrado líquido vuelva a refrescar la tierra, para que la vida tenga otra oportunidad.
Valle de Aburrá, Antioquia