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Libertad Gills
Martín Baus
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Martín Baus
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Martín Baus
Martín Baus
Fecha/Hora | Teatro | Ciudad |
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Viernes 1 de septiembre | 4:30 p.m. | Cinemas Procinal Las Américas | Medellín |
Lunes 4 de septiembre | 3:00 p.m. | Parque Cultural y Ambiental Otraparte | Envigado |
Libertad Gills (Guayaquil, 1984) Cineasta, videoensayista y escritora con Ph.D. en Estudios Artísticos de la Universidad Autónoma de Madrid. Actualmente es la investigadora post-doctoral por el futuro del cine en la Universitá della Svizzera italiana, en colaboración con Locarno Film Festival. Es autora de los libros «La crítica es una escuela: Conversaciones sobre la crítica de cine en América Latina» (UArtes Ediciones, 2022) y «Guayaquil en ruinas: Cartografía fílmica de una ciudad» (Guayaquil Analógico, 2023).
Martín Baus (Chile) Cineasta, músico, artista sonoro, investigador, docente y curador. Licenciado en Ciencias Sociales con mención en Estética del Cine y Literatura Universal (Pontificia Universidad Católica de Chile), y Maestría en LAV: Laboratorio Audiovisual de Creación y Prácticas Contemporáneas (Madrid). Reside en la ciudad de Guayaquil, donde co-dirige el proyecto de investigación cartográfica Guayaquil Analógico y las jornadas cinematográficas Rialécticas. Ha mostrado sus películas en Filmadrid, FIDOCS, DocsBuenos Aires, Corriente, MUTA y UltraCinema.
Desde el punto de vista, y de escucha, que es tanto animal como elemental, entre aire, océano y arena, emergen las relaciones entre los humanos, las aves y las criaturas marinas.
«Puesta por entero en sus ojos,
la criatura mira «lo abierto».
Sólo nuestros ojos están como invertidos
y colocados íntegramente alrededor de su propio mirar,
a manera de trampas, en cerco
y al acecho en su libre camino hacia fuera.
Conocemos aquello que está fuera, más allá de nosotros,
únicamente a través del rostro el animal,
porque desde su más tierna edad
volteamos y ponemos al niño de espaldas,
forzándolo a que mire retrospectivamente
un mundo de formas y no lo abierto,
que es tan profundo en la fisonomía del animal,
y se halla tan libre de muerte».
Rainer Maria Rilke, Octava Elegía (Traducción de Uwe Frisch)
La ubicación de quien está en el umbral de lo abierto: la ribera. Sobre la playa, hombres corren con cargas de pesca sobre sus hombros, aves revolotean. Diríamos que la película nos sumerge, pero no. Sumergir es entrar a algo debajo de una superficie. Aquí, se nos empuja hacia algo que está al frente, forzándonos a que miremos prospectivamente. La mirada prospectiva: la mirada de avance, de acecho, de afán casi silvestre. Aquí los cuerpos se mueven prospectivamente. Están inmersos, inmergidos. ¿En qué? En lo Abierto, que es abrumador (en el sentido de que lo ocupa todo), acuciante (en el sentido de que se dirige a nosotros como un presente ineludible) y vertiginoso (en el sentido en que nos arroja a una precipitación). La precipitación es el azul. Se nos inmerge en el azul. No estamos “en azul apacible” (a la manera de Hölderlin). Estamos mirando y moviéndonos en “lo Abierto” a la manera de Rilke. En ocasiones, unos breves destellos rojizos, como zumbidos, parecieran indicar que la primera persona –“la criatura” que está “puesta por entero en sus ojos”– ha sido lastimada: mi acecho por alimento se ha interrumpido. Entonces, como en la voz de Carlos Béjar Portilla, ya no recolector de mi manada (“pez en el cardumen”), soy ahora paciente de mi herida (“alimento entre la vastedad”).
Valle de Aburrá, Antioquia