Unas bolitas de mercurio

Unas bolitas de mercurio

Año:

2025

Duración:

9′ Min

País:

Argentina

Idioma:

Español

Directora:

Andrea Márquez

Productora:

Andrea Márquez

Elenco principal:

Cristina Banegas

Guionista:

Andrea Márquez

Dirección de fotografía:

Andrea Márquez

Montaje:

Mario Bocchicchio

Sonido:

Ignacio Llobera

Horarios

Fecha/HoraTeatroCiudad
Miércoles 17 de septiembre | 7:00 p.m.Centro Colombo Americano - Sede centro. Sala 2Medellín
Viernes 19 de septiembre | 7:00 p.m.Teatro Caribe Itagüí

Directora:

Andrea Márquez

Artista visual y cineasta experimental, residente en Londres. Nació en Buenos Aires y allí estudió Licenciatura en Letras (Universidad de Buenos Aires). Estudió en Londres, bajo la supervisión del escultor Grenville Davey, el cineasta John Smith y el pintor Alexis Harding en la Universidad de East London, donde obtuvo una Maestría en Bellas Artes.

Esta película se proyecta con

 

A.,

Niña chilapa,

Buseok,

Julián y el viento

Sinopsis

Sinopsis

A través del relato de un sueño, los elementos particulares del cine, la fotografía fija, la imagen en movimiento y la narración, se transforman en algo así como minerales y gemas en la vitrina de un museo. Al hacerlo, la película a su vez se convierte en una exploración evocadora de lo que se conserva y lo que se pierde. ¿Un archivo de imágenes rotas y silenciosas? ¿Un mausoleo del tiempo?

Reflexión

Reflexión

Reflexión

Reflexión

Esta película pertenece a un secreto reino del cine que se emociona al filmar instituciones del conocimiento, especialmente museos. ¿La estructura de la película? Acelerada y curiosa, yendo más rápido que el aliento, es al mismo tiempo el sistema nervioso de una mente abultada de palabras y el recorrido fantasmal que hace un agudo ojo por un museo. Privilegiando las impurezas de un material frágil y ya muy brumosa, estas imágenes vienen de un reino encantado. ¿Los sueños? Sí ¿Una realidad paralela? También ¿El futuro condicional convertido en materia? Sí, también. La película saca provecho del delirio que tiene la mirada científica, modificada por la velocidad, la huella fantasmal del material y la belleza de una voz que lo embruja todo. Procede con cierto miedo y cierta curiosidad ante la materia, germen, a su vez, de reflexiones variadas. No cree mucho en los paisajes porque su manera de filmar se parece a la manera en que refleja la vida un microscopio: hay una minucia clara por los detalles: la roca, el cuerno, ojos, lengua, el pelo. Más importa la parte que el todo. La preocupación y la intranquilidad molesta a las imágenes del sueño, que vienen detrás de la niebla. De belleza en el caos, la experiencia de ver esta película, cariñosa y a menudo inquietante, se parece a la sensación de tener un paisaje, abierto y ventoso, o una imagen cualquiera, emocional y fulgurante para la biografía, fija en el recuerdo sin saber cómo llegó allí. 

SARA HENAO

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