1957
10′ Min
Colombia
Sin diálogos
Enrique Uribe White
| Fecha/Hora | Teatro | Ciudad |
|---|---|---|
| Miércoles 17 de septiembre | 5:00 p.m. | Centro Colombo Americano - Sede centro. Sala 1 | Medellín |
(Tuluá, 1898 – Bogotá – 1983), el célebre y polifacético intelectual colombiano, fue un hombre que practicó a lo largo de su vida una extensa y muy diversa variedad de ocupaciones. Se sabe que White fue, además de ingeniero, un apasionado astrónomo y poeta, traductor y ensayista, navegante y fotógrafo, dibujante y editor. A lo largo de su vida fue el ingeniero en jefe de la carretera Popayán-Pasto en el gobierno de Olaya Herrera, fue el director de la Biblioteca Nacional de Colombia en el gobierno de López Pumarejo, fue el creador y único editor de PAN (1935-1940), la afamada revista cultural, y fue también, durante los tiempos de Rojas Pinilla, el protagonista del pionero programa televisivo Este Mundo Maravilloso, uno de los primeros segmentos educativos y culturales de la televisión pública colombiana. A esta lista, sin embargo, debe agregarse una nueva y desconocida faceta del intelectual: la de cineasta.

Cortometraje sobre un viaje a Tumaco realizado en los años 50. Este diario evocativo se convierte en una ensoñación tropical poblada de cuerpos, miradas y paisajes que se ofrecen a la cámara como visiones fugaces de un paraíso perdido.


Durante los años cincuenta fueron pocas las grabaciones que retrataron la vida cotidiana del pacífico colombiano, una región históricamente marginada por la visión centralista y el proyecto de nación de las clases dirigentes del país. Tumaco, filmada en marzo de 1957 y de reciente restauración y digitalización por la Cinemateca de Bogotá, constituye todo un testimonio fílmico del otro país que esperó tanto para ser visto. Entre la fuerza del oleaje y la quietud de sus esteros, presenciamos las cartas de re-presentación de un otro que quiere develarse: el indómito paisaje que habita, la fauna inverosímil que regenta, su relación simbiótica con su territorio, la urdimbre fina entre la mano que pesca y la atarraya, la danza de los cuerpos que oscilan entre los quehaceres cotidianos y la pausa obligada para amusgar y ver el mar en su extensión. La cámara se presenta aquí como un artefacto más del mago que va de pueblo en pueblo en correría y llega por fin a un buen puerto, ante ella desfilan sus gentes, la observan ocultas desde sus casas palafíticas, le sonríen como el tímido que se defiende; a su turno, la presencia blanca se pavonea por el lugar, redescubre y disfruta, parece estar allí para dar lumbre a algo que siempre ha tenido brillo: la perla del pacífico hace años que está allí, pero nos bastó con sólo sacar la carne del molusco. Tumaco nos permite ver la joya que perdimos.
Valle de Aburrá, Antioquia