2023
94′ Min
España
Español
Luis (Soto) Muñoz
Daniel Peña
George Steane
Javier de Luis
Cristina Masoni
Mario Saura
Ion Lewin
Nadia Risueño
Ester Vázquez
Arantza Loza
Luis (Soto) Muñoz
Joaquín García-Riestra Guhl
Luis (Soto) Muñoz
Santiago Rodríguez
Fecha/Hora | Teatro | Ciudad |
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Domingo 8 de septiembre | 7:00 p.m. | Parque de la poesía | Girardota |
Lunes 9 de septiembre | 6:00 p.m. | Teatro Otraparte | Envigado |
Luis Muñoz Cubillo, alias Soto. Nacido en el año 2000 en Baena (Córdoba). Reside actualmente en Madrid. En 2020, rueda su primera pieza El Cuento del Limonero, estrenada en el Festival Internacional de Mediometrajes de Valencia. Sueños y Pan, su primer largometraje como director, fue estrenado nacionalmente en el Atlàntida Mallorca Film Fest (Mallorca, España) donde ganó el premio a la mejor película nacional. Su obra trata temas como la ausencia, la memoria o la deriva adolescente, impregnada inevitablemente de trazas de realismo mágico y fantasmagorías heredadas de la literatura iberoamericana.
Por casualidad, Javier y Daniel roban un cuadro. Al sospechar de su cuantioso valor, ponen en marcha un plan para vender la obra. Plan que se va desmoronando a cada paso que dan. Ambos parten en una senda sanchopancesca forzando intentos de venta desde el
extrarradio, hasta las galerías con más alto standing de la ciudad, pasando incluso por el palco del estadio del Atlético de Madrid. Los dos recorren la ciudad a medida que su suerte va mermando, aplacando el juicio moral que supone el acto que han cometido.
No sólo hacer cine con los amigos, sino hacer cine sobre la amistad; entender que la familia se construye con la experiencia compartida del dolor y los recuerdos; que la juventud es un animal híbrido, de una coraza tenaz, que consume la vida con fugacidad, pero que acoge y protege en el centro de su pecho la fragilidad. En su primer largometraje, Luis (Soto) Muñoz enfrenta con dulzura y rabia la desazón de la vida joven. Si el arte es la salvación para un grupo de creyentes en las cualidades redentoras de lo estético, aquí el arte es capaz de cambiar la vida no por su contenido sino por su valor como mercancía. Los personajes se sueñan el mundo por las posibilidades económicas que trae un cuadro y no por el valor del cuadro en sí mismo. Los sueños de un hogar y una vida más tranquila y ordenada no dependen sólo del rapto onírico, obedecen también al orden de la necesidad. De migajas de pan están hechas las esperanzas de estos personajes que buscan cualquier forma de mantener vivo el idilio de una vida sosegada. Los protagonistas viven a las afueras y frecuentan las ruinas de momentos inciertos. La ciudad parece desolada y sus caminatas trazan el mapa de paisajes poco transitados de Madrid, mientras ellos se detienen a mirar al cielo, deseando vivir con problemas que no dependan de la necesidad. Adentrarse en la película de (Soto) Muñoz permite pensar el mundo como Stendhal pensaba la novela: un espejo que se pasea por un largo camino, que en su reflejo contiene tanto el azul del cielo como el fango de las calles.
Valle de Aburrá, Antioquia