2013
20′ Min
Colombia
Español
Oscar Ruiz Navia
Tine Fisher
Diana Bustamante
Gerylee Polanco
Guillaume de Seille
Oscar Ruiz Navia
Camila Llanos Correa
Maicol Steven Quiñones González
Oscar Ruiz Navia
Oscar Ruiz Navia
Rodrigo Ramos
Camilo Martínez
| Fecha/Hora | Teatro | Ciudad |
|---|---|---|
| Martes 16 de septiembre | 2:30 p.m. | Centro Colombo Americano - Sede centro. Sala 1 | Medellín |
Comunicador Social y Periodista de la Universidad del Valle. Coordinador (2005-2008) del Cine Club CALIGARI en la Fundación de Arte Contemporáneo Lugar a Dudas. A principios de 2006 fundó Contravía Films, casa de producción de cine independiente que, después de 13 años de trabajo continuo, se ha posicionado como una de las compañías de cine más importantes de Colombia. Su primer largometraje El vuelco del cangrejo (2009) recibió el Premio de la Crítica Internacional FIPRESCI en el Festival de Cine de Berlín (Forum).

Los protagonistas de este cortometraje conocieron al director en un casting que él realizó en su colegio. Ellos le contaron allí, cada uno por su lado, la historia del rompimiento de su relación amorosa. El director les propone que construyan un reencuentro para la ficción y al mismo tiempo para la vida real.


La primera escena de Solecito es rara en el cine por dos razones. Primero, su inclusión es escasa pues se trata de un proceso arduo y sin embargo feliz que antecede a cualquier película: cuando el director encuentra esa cosa que, sabiéndolo o no, estaba buscando. Acá, encuentra a dos actores, a Maicol y a Camila, estrellas innatas. Reservada para los hoy escasos detrás de escenas, el casting que vemos no es un material extra sino la primera mitad de la película. El momento impresionante donde, como parte de una racha increíble, el cine captura algo. Algo único y especial. Una sincronía muy fuera de este mundo es la que actúa en Solecito, atrás y delante de la cámara. La otra razón es porque se trata, entonces, de un momento poco corriente: descubrimos, en la avasalladora impresión del tiempo real, lo mismo que el director. El cine se vuelve una sincronía festiva: descubrimos cosas al mismo tiempo que las descubren los cineastas. Compartir esa chispa especial ya es suficiente para una película. El trabajo artístico es mantener la percepción en un estado de alerta. Buscando otra película, ante estos enamorados escurridizos con sus cariños y abrazos en ralentí, Oscar Ruiz Navia, alerta, dio con otra nueva película, dando a la vida de la pareja que filma un estatuto diferente. No mayor en importancia sino elevado en aventura: se conservará de ellos un trabajo con el otro, con el cariño, con la ficción.
Solecito es sobre el deber del artista (hacer una película cuando la encuentra, y sólo cuando eso pasa) y sobre la capacidad del cine por redimir el mundo, volverlo mejor, luminoso en un sentido estricto.
Valle de Aburrá, Antioquia