1968
95′ Min
Senegal
Wólof
Francés
Ousmane Sembène
Robert de Nesle
Serigne Sow
Isseu Niang
Younousse N’diaye
Serigne N’diaye
Makhouredia Gueye
Ousmane Sembène
Paul Soulignac
Gilbert Kikoïne
Max Saldinger
Fecha/Hora | Teatro | Ciudad |
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Viernes 6 de septiembre | 4:00 p.m. | Biblioteca Comfama Bello | Bello |
Actor, director y guionista senegalés, Sembène es considerado el padre del cine africano1. Nació en 1923 en el pueblo senegalés de Zinguinchor, situado en la región de Casamance. Fue mecánico, albañil, soldado senegalés durante la Segunda Guerra Mundial y estibador en el puerto de Marsella a partir de 1949. Sembène denunció el nepotismo y la corrupción con películas como Le mandat y fue censurado en su país por sus críticas a la burguesía y aristocracia local y el papel desintegrador de la sociedad tradicional que jugaron el catolicismo y el islam.
Un giro de dinero que llega de un pariente en París trastorna la vida de un padre de familia en Senegal. El debe enfrentarse a la corrupción, a la codicia, a los miembros problemáticos de la familia, a los lugareños y al cambio de su forma de vida, de una concepción tradicional a una más moderna.
La migración retratada en Bajo una lluvia ajena se centra en el relato de aquellos que se fueron y su continuo pensamiento en los que se quedaron. Ellos, los que se quedaron, son los protagonistas de Le Mandat. Allí empieza el complemento entre una y otra película. La película de Sembène afina su laberinto de una forma decididamente kafkiana, ya que lo que en apariencia es algo sencillo como recoger y administrar el dinero enviado por los migrantes se convierte en algo imposible en un Estado que no está del todo integrado en el día a día de las personas. Sembène desnuda las complejidades de la vida cotidiana en la África postcolonial a partir de su protagonista Ibrahima, quien recibe un giro postal de su sobrino en Francia y lo que parece ser un golpe de suerte pronto se transforma en una pesadilla burocrática, reflejando las disfuncionalidades de un sistema corrupto. La burocracia, representada en su forma más obtusa y corrupta, se convierte en un personaje en sí mismo, una entidad opresiva que sofoca a los ciudadanos comunes. Aquí, Sembène crítica no solo el legado colonial, sino también las estructuras de poder internas que perpetúan la inequidad. El estilo visual, austero y directo, captura la esencia de Dakar y sus habitantes, creando un retrato auténtico y sin adornos, permitiendo enfocarse en los detalles más reveladores: una mirada de resignación, un gesto de frustración, un momento de efímera esperanza. El cine de Sembène es un cine de resistencia y Le Mandat no es simplemente un relato de un hombre contra el sistema; es una metáfora de la lucha de toda una sociedad por redefinir su identidad y autonomía, mediante el humor negro y la ironía para subrayar lo absurdo, pero siempre con un toque de humanidad. De esta forma se complementa con la mirada de Hincapie, ya que se convierte en un espejo sobre el sufrimiento en ambos lados de una lluvia que parece siempre caer para ambos lados.
Valle de Aburrá, Antioquia