Cinemancia Festival

Lola

Lola

Año:

1990

Duración:

92′ Min

País:

México

Idioma:

Español

Director:

María Novaro

Productores:

Jorge Sánchez y Dulce Kuri

Elenco principal:

Leticia Huijara, Alejandra Cerrillo, Miguel Cervantes, Martha Navarro

Guionista:

Beatriz Novaro y María Novaro

Director de fotografía:

Rodrigo García

Montaje:

Sigfrido Barjau

Sonido:

Carlos Aguilar

Horarios

Fecha/HoraTeatroCiudad
Martes 6 de septiembre | 1:30 p.m. Cinemas Procinal Parque Fabricato Bello
Miércoles 7 de septiembre | 1:30 p.m. Cinemas Procinal Parque Fabricato Bello
Jueves 8 de septiembre | 1:30 p.m. Cinemas Procinal Parque Fabricato Bello
Viernes 9 de septiembre | 1:30 p.m. Cinemas Procinal Parque Fabricato Bello

Director:

María Novaro

María Novaro (1951). Cineasta mexicana, se da a conocer internacionalmente con su film Danzón. Se inició con el Colectivo Cine Mujer en 1979 realizando documentales sociales en 16mm y estudió Sociología en la FCPyS de la UNAM y, posteriormente Cine, en la ENAC, también de la UNAM, en el Sundance Institute, EUA y en la EICTV, Cuba. Ha sido guionista y directora de todas sus películas.

Sinopsis

Sinopsis

La lucha diaria por sobrevivir y sacar adelante a su pequeña hija son las únicas motivaciones en la vida de Lola, una joven vendedora de ropa en un tianguis. El constante ir y venir de su pareja provoca una crisis en el frágil equilibrio emocional de la joven.Una historia sensible sobre la maternidad, donde la ciudad de México, resquebrajada como sus habitantes por el terremoto de 1985, aparece como telón de fondo.

Reflexión

Reflexión

Reflexión

Reflexión

Los juguetes y las sombras indican aquí la relación distorsionada entre los personajes y su entorno a través de una cámara que se desplaza delicadamente. Como si los procesos íntimos y el contexto estuvieran desfasados con respecto a madre e hija, ellas llevan los desplantes de la figura masculina; armoniosas, juegan juntas y se acoplan a un entorno citadino que las desplaza. Con estas sombras y los roles de sus protagonistas, María Novaro plantea la relevancia del juego. En la escena inicial, cuando aparecen los créditos, hija y mamá cantan “El sentenciado”, de Manuel Esperón con Tintán, con la canción de fondo. La música refuerza, a través de imitación, alternativas para que ellas creen su propio lugar. Esta relación aparecerá una vez más en la última escena: observamos que ambos personajes aparecen en planos generales y con las sombras propias. Ya las oscuridades no son ajenas, como las del inicio. Además, son siluetas contextualizadas por el ambiente playero. Novaro observa el amor materno desde la diferencia invertida entre imitación y la naturaleza. En ella hay una inversión por la dinámica autoimpuesta de esta maternidad: celebrar Navidad esperando al padre que no llegará. Y a su vez es tan significativa en su manera sencilla de plantear el cambio de la relación que, por encima de las decisiones técnicas de la realizadora, nos quedamos siempre con un gesto. Mamá e hija se saludan dos veces con besos en la boca. Es una muestra inusual de afecto para un vínculo sanguíneo, al menos en términos de cómo es visto el apego hoy en día. Esta manera de relacionarse cambia en el transcurso de la obra para dar lugar a un vínculo independiente e igual de amable, lejos de las secuelas dejadas por el padre ausente, aquel “sentenciado”.

EDUARDO ELECHIGUERRA

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