85′ Min
Francia
Francés
Louda Ben Salah-Cazanas
Olivier Capelli, Maxime Montagne y Laurent Rochette
Aurélien Gabrielli, Louise Chevillotte, Saadia Bentaïeb, Jacques Nolot, Léon Cunha da Costa y Mickaël Chirinian
Louda Ben Salah-Cazanas
Amine Berrada
Vincent Tricon
Antoine Bertucci y Elias Boughedir
Fecha/Hora | Teatro | Ciudad |
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Lunes 5 de septiembre | 6:40 p.m. | Cinemas Procinal Las Américas | Medellín |
Miércoles 7 de septiembre | 8:40 p.m. | Cinemas Procinal Las Américas | Medellín |
Louda Ben Salah-Cazanas (1988) Creció en Lyon, Francia, donde estudió Ciencias políticas. Después de una pasantía en la sección de cultura del periódico Libération se interesó por el cine. El mundo después de nosotros (2021) es su primer largometraje.
El piso de París de Labidi es tan pequeño que solo hay espacio para una cama. El joven escritor, que hasta ahora solo ha publicado un cuento, y su compañero de piso Alekseï, alternan turnos durmiendo en la cama y en una colchoneta de camping frente a ella. En Lyon, donde la madre tunecina de Labidi tiene un café con su padre, Labidi conoce a la estudiante de arte dramático Elisa y de inmediato quiere tenerlo todo: amor verdadero, compromiso total y una gran mudanza juntos.
Es difícil decir con precisión qué sería una película con la sensación de presente desbocado y deslizante adentro. Sin embargo, ya no invocando la razón sino el puro fluir de las sensaciones, El mundo después de nosotros es de esas películas que hacen del presente una cosa visible, palpable, identificable, y, después de todo, analizable. En su corazón, relata la minucia de una historia de un éxito. Ese éxito es la publicación de una novela. Así, entre las experiencias del cuerpo del protagonista para ganarse la vida, la película construye una espesa espera entre una idea de literatura y otra. La novela a publicar empieza siendo una narración sobre la guerra en Argelia y se convertirá después en el registro, en clave de la autoficción, de momentos que, como espectadores, ya hemos visto en la película. Se invoca entonces la defensa por la experiencia. Aquí, una después de la otra, la esperanza y el dolor hacen apariciones. La película, ceñida al naturalismo, propone una combinación ceremoniosa entre, primero, el nudo que forma lo irrefutable y la evidencia con, segundo, un debate sobre las formas de literatura. El mundo después de nosotros es sobre los límites, los tiempos y las fronteras. Incluso cuando los personajes parecen estar rebotando de un lado a otro, de un problema mayor a un problema más grande, nunca se pierde la idea de que son de carne y hueso, que tienen un pecho que se infla y desinfla, que necesitan un cigarrillo para pasar la noche.
Valle de Aburrá, Antioquia