2023
63′ Min
Argentina
Español
Gustavo Fontán
Eva Cáceres, Ana Lucía Frau
Gustavo Fontán
Ezequiel Salinas
Mario Bocchicchio
Atilio Sánchez
Fecha/Hora | Teatro | Ciudad |
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Martes 5 de septiembre | 5:00 p.m. | Teatro Comfama Alfonso Restrepo Moreno | Medellín |
Gustavo Fontán (Banfield, 1960). Licenciado en Letras en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Realizó estudios de Dirección de Cine en el Centro Experimental de Realización Cinematográfica (ENERC). Como docente, se desempeña como profesor titular en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata y en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. A dirigido títulos como La deuda (2019), El limonero real (2016), La casa (2012), El árbol (2006), entre otros.
La terminal se sitúa en una estación de autobuses en Córdoba. Entre sombras y rayos de luz, emerge un retrato espectral atemporal donde resuenan fragmentos de historias de amor.
El maestro argentino estrena su más reciente película La terminal (2023) en la sección Proyecciones especiales. Cineasta, dramaturgo, guionista, escritor y actor, la obra de Gustavo Salvador Fontán es un territorio desbordante, una celebración del asir lo observado y metamorfosearlo en poética orgánica, libre, ligada a las raíces de la tierra, de las huellas de los antepasados o como resonancia del canto de lo natural. Así es, por ejemplo, su célebre díptico Jardín de piedra (2021) y Luz de agua (2021). La sensibilidad de Fontán recubre una erudición literaria, musical y pictórica que no lo alza en tribunales artificiales de intelectualidad impostada, sus pies se sumergen en el suelo como el caballo en el salitral de Di Benedetto y su mente se vuelve nido y osario de aves e ideas. Su obra literaria y cinematográfica operan como instrumentos de cuerda y viento que se responden en una correspondencia, una sinfonía que a través de arias nos deja letanías en el camino de qué hacer con lo que miramos, ese tejido que imbrica el acto de observar hasta el de contemplar. Parece que el director de El limonero real (2016) oficia de juglar en el meridiano de estas dos posturas de hermanarse con lo habitado. Justo su más reciente obra, La Terminal, funciona como ese éxtasis de la vida cotidiana. Usando una terminal de buses cordobesa como fresco, Fontán construye su sinfonía particular con las marismas de pensamientos frágiles de transeúntes que esperan su navío para suspenderse en las aguas del Leteo, a través de confidencias, todas cobijadas por las posibilidades de una historia amorosa por lo general dejada a medias. Un golpe melancólico de brasa sin consumir, Fontán recubre las fotogenias de las eternas almas en tránsito de la terminal con sus cánticos internos. Como un titiritero, el cineasta filma la representación yacente mientras teje las extremidades de la película con la gramática invisible de la vida, con la semántica de los ojos cerrados, las bocas enmudecidas y las manos cerradas en forma de puño. Esta película de Fontán es una sucesión de músicas internas donde lo diegético y lo extradiegético se hermanan en el mismo fundido, es una celebración de las ficciones latentes que merodean en la vida como esmeraldas sepultadas por el polvo de la rutina.
Valle de Aburrá, Antioquia