La boutique de forge / La herrería

La boutique de forge / La herrería

Año:

2015

Duración:

16′ Min

País:

Canadá

Idioma:

Francés

Director:

Olivier Godin

Producción:

Miryam Charles

Michael Yaroshevsky

Olivier Godin

Elenco principal:

Olivier Badeau

Edigh Charles

Ellen Gibling

Lindsay Nöelle

Nadine Boucher

Guionista:

Olivier Godin

Dirección de fotografía:

Miryam Charles

Montaje:

Théodore Goodwin

Sonido:

Bruno Colpron

Horarios

Fecha/HoraTeatroCiudad
Domingo 14 de septiembre | 6:30 p.m.Centro Colombo Americano - Sede centro - Sala 2Medellín

Director:

Olivier Godin

Olivier Godin es director de cine. Ha dirigido numerosos cortometrajes y largometrajes. Estudió cine en la Universidad Ahuntsic (en Montreal) y en la Universidad Concordia. También es crítico de cine y colabora periódicamente con la revista “Hors Champ”. En 2014, se presentó una primera retrospectiva de su obra en la Cinémathèque Québécoise. Trabajando con medios modestos y con un espíritu decididamente artesanal, busca lo poético en lo banal, lo épico en lo obsceno, lo romántico en lo ridículo. Milagrosamente, a veces recibe premios y becas. Varios de sus cortometrajes han recibido galardones en el Festival du Nouveau Cinéma y el Premio CALQ. Gracias a presupuestos reducidos y a su compromiso con la narrativa y la cinematografía artesanal, en estas películas encontramos cuchillos y espadas, ocasionalmente alguna pistola, saxofones y trompetas. En resumen, ¡aventuras! Muy atento a los registros del color y la luz, como si el propósito de cada nueva película fuera abrir por dentro un color, el carácter de su cine se concentra, por intensidad y acumulación, en una vertiginosa devoción por las palabras. La agilidad que presenta es tanto lumínica como verbal. Con una especial erudición hacia el cine que trabaja con precisión y cariño la palabra, lo artesanal, lo que es fuertemente insólito y por eso mismo gracioso, cruel o dramático, Godin trabaja sobre una región de tradición precisa. Vemos, y es un placer enorme hacerlo, que ha aprendido a hacer cine viendo cine, concentrado en la materia de otros cineastas. Su mundo, original y desabrochado de cualquier restricción, donde es inútil discernir entre la máscara y la carne, la trascendencia y lo profano, consiste en saber dejarse ir y en sentir con la máxima de las dedicaciones.

Esta película se proyecta con

 

La patria de las almas (una fábula de jazz)

Sinopsis

Sinopsis

Un hombre enflaquecido regresa a Montreal. Sabe invocar al fuego y sostener hondas conversaciones con él. Busca a Coriandre, una bella mujer que no ha podido olvidar. Su último nexo con ella es la espada que sostiene entre sus manos. La información necesaria para llegar a la mujer y finalmente sellar un amor divino necesita de números de teléfono, intercambio de objetos y negociaciones sentimentales . Entre las destrezas digitales del mundo contemporáneo y el carácter omnipotente de la magia del fuego, este hombre encontrará a esa mujer que tanto ama, si, y solo si, ella le ama de vuelta con la misma intensidad.

Reflexión

Reflexión

Reflexión

Reflexión

Extrañado de sí mismo y de todo lo que lo rodea, un hombre camina por las calles de Montreal. ¿De dónde viene? Su mundo es y no es nuestro mundo. Reconocemos los carros, las formas de los edificios, las calles. Sin embargo, para el hombre misterioso nada de esto tiene mucho sentido. Ha llegado a una casa que inmediatamente oscurece: así lo requiere el ritual que está a punto de hacer. Frota sus manos sobre un papel grueso. Como si aquella hoja fuera un cuerpo enfermo, el hombre impone sus manos sobre ella. Frente a nuestros ojos, el primer acto de verdadera magia de la película. La hoja, ahora granulada, se parece más al azúcar que al papel. Milagrosa división de átomos. Es la primera transmutación pero no la única. Más tarde, lo que fue una hoja y ahora es materia granulada se convierte en el fuego. Donde había un polvo grueso y donde antes había una hoja, ahora hay una vela blanca, alta y elegante, que conduce el fuego. El mundo real se escurre todo el tiempo por los bordes del cuadro. En su lugar, entra, como una masa viscosa, al unísono con las notas magníficas de un arpa, el aire del encantamiento. Esta combinación de mundos se traduce en episodios de risa. El hombre busca a una mujer –ama a dicha mujer y quiere, finalmente, hablar con ella–, el fuego puede ayudarle. El hombre le pregunta por su número de teléfono. El fuego lo conoce. Lo repite. El hombre, como última información, pide el código geográfico: la mujer vive en Tadoussac. En la inmovilidad y la angostura de los espacios cerrados, Godin ha hecho una película sobre la vida, que es decir lo que se mueve, lo que vibra, lo que serpentea, lo que respira. Lo que es decir también que, aunque no se oiga, en la película de Godin siempre están los latidos del corazón, que se sienten porque hay vida. Con entonación amorosa y prominente de las mejores cosas que caracterizan el cine de Godin, La boutique de forge combina una lección amorosa (ordenar los pensamientos como prueba de amor) con el júbilo capital que permite seguir creyendo en el poder emocional de un plano cuyo único elemento estructural es una boca o una espalda.

PABLO ROLDÁN

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