En attendant Avril / Esperando abril

En attendant Avril / Esperando abril

Año:

2018

Duración:

77′ Min

País:

Canadá

Idioma:

Francés

Director:

Olivier Godin

Producción:

Renaud Després-Larose

Elenco principal:

Michel Faubert

Johanne Nutter

Éttienne Pilon

Tatiana Zinga Botao

Leslie Mavangui

Guionista:

Olivier Godin

Dirección de fotografía:

Renaud Després-Larose

Montaje:

Théodore Goodwin

Sonido:

Ana Tapia Rousiouk

Horarios

Fecha/HoraTeatroCiudad
Miércoles 17 de septiembre | 4:30 p.m.Centro Colombo Americano - Sede centro - Sala 2 Medellín

Director:

Olivier Godin

Olivier Godin es director de cine. Ha dirigido numerosos cortometrajes y largometrajes. Estudió cine en la Universidad Ahuntsic (en Montreal) y en la Universidad Concordia. También es crítico de cine y colabora periódicamente con la revista “Hors Champ”. En 2014, se presentó una primera retrospectiva de su obra en la Cinémathèque Québécoise. Trabajando con medios modestos y con un espíritu decididamente artesanal, busca lo poético en lo banal, lo épico en lo obsceno, lo romántico en lo ridículo. Milagrosamente, a veces recibe premios y becas. Varios de sus cortometrajes han recibido galardones en el Festival du Nouveau Cinéma y el Premio CALQ. Gracias a presupuestos reducidos y a su compromiso con la narrativa y la cinematografía artesanal, en estas películas encontramos cuchillos y espadas, ocasionalmente alguna pistola, saxofones y trompetas. En resumen, ¡aventuras! Muy atento a los registros del color y la luz, como si el propósito de cada nueva película fuera abrir por dentro un color, el carácter de su cine se concentra, por intensidad y acumulación, en una vertiginosa devoción por las palabras. La agilidad que presenta es tanto lumínica como verbal. Con una especial erudición hacia el cine que trabaja con precisión y cariño la palabra, lo artesanal, lo que es fuertemente insólito y por eso mismo gracioso, cruel o dramático, Godin trabaja sobre una región de tradición precisa. Vemos, y es un placer enorme hacerlo, que ha aprendido a hacer cine viendo cine, concentrado en la materia de otros cineastas. Su mundo, original y desabrochado de cualquier restricción, donde es inútil discernir entre la máscara y la carne, la trascendencia y lo profano, consiste en saber dejarse ir y en sentir con la máxima de las dedicaciones.

 Esta película se proyecta con

 

Los bandidos del hotel azul

Sinopsis

Sinopsis

Inspirada libremente en canciones y fábulas medievales recopiladas por el narrador Michel Faubert, esta es una comedia policial épica y romántica. En el centro de la película aparece un objeto que va de un lado a otro: un hueso que canta, una suerte de talismán lleno de poderes malignos. El “legítimo” dueño del hueso no tarda en aparecer: se trata de Mitrídates, un actor que, en lugar de dos brazos humanos, tiene uno humano y otro de gorila. Como suele suceder en los cuentos, sólo una apasionada muestra de amor verdadero podrá liberar a Mitrídates de su mano animal, peluda y feroz.

Reflexión

Reflexión

Reflexión

Reflexión

El trabajo de Olivier Godin es fascinante. Sus medios de producción mínimos y autogestionados permiten que sus películas se desarrollen bajo celdas formales, muy lúdicas e inventivas, que, lejos de constreñir, permiten que la imaginación del espectador se acreciente. Viendo el trabajo del quebequés uno siente un deseo arrebatador de salir a la calle a filmar, construir relatos ascéticos, bellos y divertidos. Así es En attendant Avril, película rodada durante ocho días en el apartamento del mismo director, un divertido viaje con la estampa de un paraje de vicio propio de Pynchon, donde el autor  juega con sus manos haciendo de ellas diafragmas que regulan las entradas de luz al universo de sus personajes, patéticamente brillantes y audaces, el mundo godiniano está poblado de actores despechados que deciden no  volver a tomar una ducha hasta que sus corazones superen las resquebraduras de una ruptura, mujeres detectives irascibles y solitarias que se quedan dormidas en las salas de cine viendo películas de Ingmar Bergman para poder ser realmente ellas mismas en la fragilidad del mundo de los sueños, aves parlanchinas, talismanes perdidos, un actor con un brazo de gorila obsesionado con interpretar a Jesús en una serie para poder resucitar en la temporada siguiente, una oficina bancaria cubierta de brumas que parece un limbo celestial, un artesano narrador que fabula constantemente como un juglar alicorado. Es todo un puro deleite el mundo que Godin construye con exiguos recursos. Lejos de las ostentaciones aparentes y técnicas, tan habituales en la fauna de lo cinematográfico, Godin divierte, deslumbra y modula un universo único a punta de imaginación y del carácter propio de su mirada.

ANDRÉS MÚNERA

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