1997
103′ Min
Mexico
Español
Jaime Humberto Hermosillo
Fernando Cámara, Salvador de la Fuente y Carlos Taibo
María Rojo, Claudio Obregón, Martha Navarro
Jaime Humberto Hermosillo, Elena Poniatowska
Xavier Grobet
Sebastián Garza y
Jaime Humberto Hermosillo
Antonio Diego,
Andrés Franco y Silvia Otero
Fecha/Hora | Teatro | Ciudad |
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Martes 6 de septiembre | 6:30 p.m. | Biblioteca Municipal Bernardo Arango Macías | La Estrella |
Sábado 10 de septiembre | 2:00 p.m. | Casa de la Cultura Miguel Uribe Restrepo | Envigado |
Jaime Humberto Hermosillo (1942-2020). Cineasta mexicano que se convirtió en una referencia obligada para el análisis de la conducta social del mexicano contemporáneo y del retrato que el cine ha hecho de ella. Hermosillo fue uno de los directores más originales y polémicos del cine mexicano. Pretendió pensar las disidencias sexuales, el deseo y los universos de las heridas románticas. Dirigió más de 25 películas
A punto de casarse con Carlos, Esmeralda Loyden es detenida, acusada de bigamia por su marido Pedro Lugo. Interrogada por el licenciado Solorio, la mujer confiesa no sólo uno sino cinco matrimonios. Las cándidas revelaciones de la acusada indignan al oficial que no puede creer tanto cinismo.
Si uno de los mecanismos de la comedia es poner elementos en un lugar al que no corresponden, Esmeralda Loyden encarna esa mujer que está “fuera de lugar” en una sociedad profundamente conservadora. Con cinco matrimonios en simultáneo y una actitud inocente y desenfadada, la protagonista enfrenta un interrogatorio policial que cuestiona su poligamia y pone en entredicho los roles de mujer, el matrimonio como institución y el amor más allá de lo contractual. Esmeralda, instruida bajo la premisa de que su máxima aspiración posible es el matrimonio, asume esta sentencia y la acoge como fundamento, no sin antes subvertir el ideal de mujer impoluta, fiel y dependiente que la figura matrimonial supone. La película propone entonces una crítica a los parámetros socialmente aceptados que regulan las relaciones monógamas y que alimentan el sistema a través de la imposición de roles específicos; este orden institucional es representado por el abogado que ejecuta el interrogatorio, quien se encuentra perplejo ante la naturalidad de las respuestas de Esmeralda. Así, la película se va hilando sobre una clave de humor ingenioso, no sólo alimentado por el cinismo con el que la sociedad recibe las confesiones de la protagonista, sino por la puesta en escena que traslada la sala de interrogatorio a los recuerdos de la acusada, proponiendo fragmentos de sketch en los que se desdibujan el tiempo y espacio narrativos para atestiguar las aventuras de las cinco relaciones e interrogar también a los esposos. Esa mezcla de temor y atracción que genera una mujer apropiada de su sexualidad se extiende creando movimientos a favor y en contra del juicio de Esmeralda, y es que sobre las libertades de las mujeres el mundo siempre tendrá algo qué decir, sin embargo, este personaje, sin un asomo de retractación moral, parece haber entendido una verdad que supera las imposiciones de su contexto: lo que inicialmente fue considerado un atentado contra las buenas costumbres trasciende como un acto altruista de amor sin ataduras.
Valle de Aburrá, Antioquia