2015
22′ Min
Alemania
Georgia
Inglés
Alexandre Koberidze
Tim Oliver Schultz
Tim Oliver Schultz
Isabel Thierauch
Alexandre Koberidze
Ben Bernhard
Alexandre Koberidze
Ketevan Logua
Fecha/Hora | Teatro | Ciudad |
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Sábado 7 de septiembre | 5:00 p.m. | Casa Municipal de la Cultura de Caldas | Caldas |
Alexandre Koberidze nació en 1984 en Tbilisi (Georgia), donde estudió microeconomía y producción cinematográfica antes de trasladarse a Berlín para cursar la carrera de dirección en la Academia Alemana de Cine y Televisión. Ha realizado varios cortometrajes y la película «Let the Summer Never Come Again», que ganó premios internacionales, incluido el Gran Premio del FIDMarseille. Su último largometraje, «What do we see when we look at the sky?», se estrenó en la sección de la Competencia Berlinale de 2021, donde recibió el premio Fipresci.
Esta película se proyecta con:
Colophon, de Alexandre Koberidze
Linger on Some Pale Blue Dot, de Alexandre Koberidze
The Perfect Spectator / El espectador perfecto, de Alexandre Koberidze
The More I Zoom in on the Image of These Dogs, The Clearer it Becomes That They Are Related to the Stars / Entre más hago zoom a las imágenes de estos perros, es más claro que son parientes de las estrellas, de Alexandre Koberidze
Un hombre en un barco conoce a una mujer en la ribera del río.
El Colofón. Identificado como fragmento de un libro que indica el nombre del impresor, su lugar y su fecha de impresión, tal como un certificado de nacimiento. Colophon, por su parte, es una historia particular que abandona todas las leyes naturales para poder dar nacimiento a un ecosistema fantástico de mañanas eternas en un paisaje fluvial encantador que parece rebosar de música propia. Es un nuevo mundo, hijo del movimiento de las palabras en un relato de fábulas. En esta tierra fantástica, Colophon propone una nueva fisiología en seres silentes, que apenas necesitan de lágrimas y del pensamiento para que sus cuerpos se sincronicen en un nuevo lenguaje ausente de palabras. Estos seres son un chico y una chica que moran en un pequeño barco. El chico, encargado perpetuamente de reparar la embarcación, pintarla, pulirla, organizarla y reformarla. La chica, sentada siempre a la orilla, casi a punto de saltar al agua, llora en formas de triángulos y rombos que su mirada nos oculta. El barco cursa un rumbo por el río, sin un origen y sin final. Esta nueva física de la magnitud del tiempo recae en un día eterno y una noche inexistente, un viaje sin destino, sin colofón. La chica entonces seguirá llorando en diferentes aristas, y el chico seguirá construyendo y deconstruyendo el barco que los alberga. Esta es una película del romanticismo sobre la naturaleza de un mundo de eternidad cotidiana, en el que encontramos la belleza en adolecer infinitamente y, cada día nuevo, volver a reparar.
Valle de Aburrá, Antioquia