Cinemancia Festival

Buscando tréboles

Buscando tréboles

Año:

1980

Duración:

10′ Min

País:

Colombia

Idioma:

Español

Director:

Víctor Gaviria

Productores:

Esperanza Palau

Leonardo Álvarez

Javier Betancur

José L. Aguilar

Elenco principal:

Niños y educadores de la «Escuela de ciegos de Medellín»

Guionista:

Víctor Gaviria

Director de fotografía:

Ivo Romani

Montaje:

Agustín Pinto

Víctor Gaviria

Horarios

Fecha/HoraTeatroCiudad
Jueves 31 de agosto | 6:30 p.m.Teatro Comfama Alfonso Restrepo MorenoMedellín

Director:

Víctor Gaviria

Víctor Gaviria (Medellín, 1955). Director, guionista, ensayista, poeta y cronista. Ganador del Premio Nacional de Poesía Eduardo Cote Lamus en 1978, y Premio Nacional de Poesía Universidad de Antioquia en 1979. En 2009 el Ministerio de Cultura de Colombia le otorgó la Medalla al Mérito Cultural. Ha publicado: “La luna y la ducha fría”, “Con los que viajo sueño”, “El campo al fin de cuentas no es tan verde”, “El peladito que no duró nada”, entre otros. Es uno de los cineastas colombianos más reconocidos y valorados internacionalmente. Sus cuatro largometrajes han ganado numerosos premios internacionales, e incluso dos de ellos fueron parte de la selección oficial del Festival de Cannes.

Esta película se proyecta con:

Partes de una casa, de David Correa

Sinopsis

Sinopsis

Esta segunda película de Víctor Gaviria corresponde a una nueva versión de su cortometraje Buscando tréboles, filmado en 1979 en Súper-8. Ambas versiones giran en torno a la misma premisa e intentan la misma puesta en escena en la Escuela de ciegos y sordomudos de Campo Valdés, Medellín. Esta segunda versión se filmó en 35mm en 1980 para el concurso de cortometrajes de Sobreprecio de la Compañía de Fomento al Cine (Focine).

Reflexión

Reflexión

Reflexión

Reflexión

La palabra no está en el título pero esta película es sobre los dedos. Concretamente sobre la yema de los dedos. Para quien no ve, el dedo se convierte en el puente entre el mundo y el cuerpo. La yema de los dedos, que también tiene lo que llamamos “la huella” –lo único de cada individuo, la firma biológica–, se transforma en un ojo. Y es el dedo el que nos descubre vivos, alertas al mundo. Los órganos al interior del cuerpo habitan en la mudez, en el silencio (“La salud es la vida en el silencio de los órganos”, escribió René Leriche). Es el dedo, y el sentido inescapable del tacto al que responde, lo que nos hace descubrir el lenguaje y el aliento del cuerpo. Atenta tanto a las nuevas configuraciones corporales de sus sujetos (niños ciegos de una vieja escuela al oriente de Medellín) como a la arquitectura del lugar que los cobija, Buscando tréboles, película mítica, encara un mundo que, a toda ley, parece imaginario, flotante. Bajo el influjo del sueño y el hechizo, los personajes, como levantados sobre nubes, tocan lo que los rodea. También cantan, nadan, juegan con animales, y, con sus ojos de otro mundo, miran hacia la cámara, hacia nuestros grandes ojos del presente. Tienen un juego muy original: entre todas las hojas de los arbustos –bosques íntimos en la seguridad del jardín–, distinguen, separan y atrapan, una especie única, distinta, la diferencia la detecta el dedo en forma, material y textura: son los tréboles que sí nacen desde el título. Aunque tiene una cámara, Víctor Gaviria se expresa tocando, sus maneras son, como las de los niños, maneras táctiles. Gran cineasta de la infancia, es claro que para Víctor Gaviria, como para tantos otros de los mejores, el cine indiscutiblemente tiene el rostro de un niño. 

PABLO ROLDÁN

Galería

Abrir chat