2024
83′ Min
Colombia
Español, árabe, hindi, catalán
Marta Hincapié
Marta Hincapié
Jerónimo Atehortúa
Juan Sebastian Mora Baquero
Marta Hincapié Uribe
Marta Hincapié Uribe
Manel Dalmau
Marta Hincapié Uribe
Jerónimo Atehortúa Arteaga
Marta Hincapié Uribe
Mercedes Gaviria
José Delgadillo
Diana Martínez
Fecha/Hora | Teatro | Ciudad |
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Jueves 5 de septiembre | 7:00 p.m. | Teatro Comfama Alfonso Restrepo Moreno | Medellín |
Abogada, Comunicadora Social y documentalista del Centro de Estudios Cinematográficos de Cataluña CECC, con experiencia en docencia de cine documental en diferentes escuelas y universidades de Colombia y Cataluña. Colaboradora en espacios documentales de La 2 de RTVE durante su residencia en Barcelona de 1999 al 2009. Ha dirigido varios documentales y participado en festivales como: Biarritz, La Habana, XXXVI Festival Del Cinema Ibero-latino Americano Trieste, FIDBA Buenos Aires, Márgenes España y Viña del Mar Chile, Festival The Americas TAFFNY, Lanzarote España, MIDBO, Cámara Lúcida, Lima Alterna, Cuenca FICC Ecuador. Mención Especial 2021 al documental Las razones del lobo en la VI Bienal Dona i Cinema. Actualmente es profesora de documental en la Facultad de Comunicación Audiovisual de la Universidad de Antioquia y apreciación de cine en la Escuela Yurupary de Medellín.
Luego de veinte años, la directora retoma archivos que filmó en cintas análogas y plantea un juego de miradas donde construye una reflexión en varios tiempos: la vida de su abuelo, que emigró en los años 20 a Europa; el presente de las personas que envían mensajes a sus seres queridos con su anhelo de regresar a sus territorios en Marruecos, Palestina, Colombia, India; y el texto fantasmático de un joven ghanés que naufraga en el Mediterráneo antes de llegar a su destino.
Nadie abandona su hogar a menos que
el hogar sea la boca de un tiburón
Warsan Shire.
Najat narra el testimonio de su partida de Marruecos hacia Europa, su hijo Rida se interpone ante la cámara, juega con sus palabras e, inquieto, devuelve preguntas sobre la historia que escucha: “¿Quién se ha muerto?” “¿Tu abuelo?” Rida es incapaz de seguir el sentido estricto de la narración, Najat elabora al mismo tiempo una carta a su abuelo fallecido y una crónica para su hijo, quien más tarde la entenderá como su historia familiar. Bajo una lluvia ajena confecciona un meticuloso mosaico sobre la inmigración a través de testimonios cercanos de inmigrantes radicados en Vic, Cataluña, entre 2001 y 2003, que graban una serie de correspondencias fílmicas para sus familiares, con quienes hasta ese momento sólo podían comunicarse por teléfono. Atravesados por la decisión de dejar atrás su tierra para perseguir una estabilidad incierta, estos testimonios varios se convierten en uno mismo: el de la aflicción de haber sido desarraigados de su patria, no como ubicación geográfica sino como vínculo emocional e identitario. Las historias cruzadas que retrata la película se mimetizan en jornadas extenuantes de trabajo, maternidades a distancia y ausencias paternas. Entre la incertidumbre de su regreso a casa y la imposibilidad de ver a sus familiares y recibir su mirada de vuelta, las videocartas representan la oportunidad de que sus abuelos, padres, hijos o hermanos puedan reconocer sus rostros después de años de ausencia. Este ejercicio supone entonces una conversación sin réplica y el envío de un soporte inmaterial de su existencia al otro lado del Mediterráneo. La necesidad de los inmigrantes de reafirmar el propio bienestar es insistente: han entendido que su fortaleza hace habitable no sólo su realidad sino la de aquellos que no paran de esperarles en la distancia. Marta Hincapié filma redescubriendo el continente que conoció a través de las postales europeas que enviaba su abuelo a Colombia, conectando con su propia biografía familiar y contrastando la visión preciosista de las postales con una de las realidades sistémicas más crudas que se expande en los países europeos. Este punto de partida le permite a la cineasta reconocerse lejos de su país como punto de encuentro con los inmigrantes que retrata. En un lugar habitado por lenguas que no dialogan entre sí, las imágenes registran puntos de convergencia vitales entre las tradiciones catalanas y las foráneas, como las torres humanas que, aunque son símbolos de identidades culturales radicalmente distintas como la india y la catalana, están conectadas intrínsecamente por la idea del trabajo colectivo, la confianza y la unidad. En este orden de ideas, el testimonio de inmigración de un hombre ghanés que atraviesa la película elabora el panorama de su visión edulcorada del “país de los blancos” y todo su tránsito infructuoso hacía ese paraje idílico. Así, se construye otro juego más de correspondencias entre las prácticas autóctonas y las ciudades extranjeras. ¿De quién es la tierra? ¿Quién tiene derecho a habitarla? ¿Qué es lo que nos arraiga a la tierra donde nacemos? Marta Hincapié teje un entramado de miradas en su película que, más que dar respuesta a estos interrogantes, los pone constantemente en crisis, poniendo de manifiesto el limbo del no-lugar en el que residen los inmigrantes al desconocerse a sí mismos con el pasar de los años tanto en su tierra como en la extrajera.
Cuando mueran los abuelos nos daremos cuenta de que no nos liga nada a la tierra en donde hemos nacido.
Testimonio de Najat El Hacmi, Bajo una lluvia ajena.
Valle de Aburrá, Antioquia