Cinemancia Festival

Área maldita

Área maldita

Año:

1980

Duración:

80′ Min

País:

Colombia

Idioma:

Español

Director:

Jairo Pinilla

Productores:

Guillermo Silva

Elenco principal:

Lupe Blanco Gustavo De La Hoz Júlio del Mar

Guionista:

Jairo Pinilla

Director de fotografía:

Raphael Zárate

Montaje:

Jairo Pinilla

Sonido:

Armando Velásquez

Horarios

Fecha/HoraTeatroCiudad
Viernes 1 de septiembre | 7:00 p.m. Auditorio Casa de la Cultura de Caldas Caldas
Sábado 2 de septiembre | 6:30 p.m. Parque de la poesíaGirardota

Director:

Jairo Pinilla

Jairo Pinillla (Cali,1944) Director colombiano considerado el padre del terror, el suspenso y la ciencia ficción en Colombia. Sus dos primeros largometrajes fueron: Funeral siniestro (1977) una de las primeras películas del género del terror y suspenso en Colombia y Área maldita (1980) donde incursiona en el género de acción policial y es la primera en incorporar efectos especiales en los tiroteos. Invitado de honor en la edición 46 del Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya SITGES 2013.

Sinopsis

Sinopsis

En una región de Colombia, un grupo de mafiosos que hace parte de una red de narcotraficantes, ha sembrado enormes cantidades de marihuana. Sin embargo, tendrán que enfrentarse a una maldición que ha caído sobre la zona: una serpiente cascabel ataca atraída por el olor de la marihuana y todo aquel que encienda un “cacho” está expuesto a que la bestia le de un mordisco fatal.

Reflexión

Reflexión

Reflexión

Reflexión

Jairo Pinilla, el veterano pionero caleño del cine de terror en Colombia, emerge como una presencia acechante y enigmática de la tundra para llegar a esta Retrospectiva de Las Vorágines con su segundo largometraje Área maldita (1980). Después de “reventar” la taquilla nacional con su largometraje debut Funeral siniestro (1977) frente a una temporada de estrenos donde su propuesta de posesiones y féretros se encaraba a otras del talante de El patrullero 777 (1978), de Cantinflas, o el fenómeno Grease (1978), con John Travolta a la cabeza. Lejos de rendirse, Pinilla, a través del boca a boca, logró anclarse en las salas de cine colombianas durante más de cuatro meses, en una época impensable para producir cine de terror en Colombia. Las salas se volvían una barahúnda de horrores y gritos que hicieron de la carrera de Pinilla un brebaje fresco de ingenio que traía las grandes virtudes del cine de maestros como Roger Corman o Joe Dante, con una estampa característica en el trabajo con los actores y los doblajes de los diálogos, que harían de su cine en los años setenta y ochenta una especie de territorio oculto, solo visible y disfrutable desde la arista afortunada, como la misteriosa isla, protagonista de Triángulo de oro. Justo en un momento de  abordajes fílmicos inéditos del fenómeno del narcotráfico, con Área maldita Pinilla imprime sus horrores a lo desconocido corporeizándolos en una serpiente cascabel atraída por el olor de la marihuana  que ataca a cualquier persona que encienda un “porro”. Pinilla no alecciona ni confecciona investigaciones. La película deslumbra con su ingenio, y, vista con el transcurrir de los años, ofrece una platina de un cine que se echa mucho de menos en estos tiempos de cálculo sobre la estética estudiada y celebrada por los círculos del falso prestigio del anodino evento cinematográfico. Área maldita mantiene la vocación originaria de Pinilla a la hora de enfrentar el desafío de la creación cinematográfica, el acto de filmar visto como una confrontación directa con los horrores más atroces que, a veces, toman formas concretas y, otras veces, débiles bocetos en lo oculto. Las vorágines debía contar precisamente con el cine de Pinilla para ahondar en esta inmersión de lo oculto que nos vigila más allá de la naturaleza, acechándonos con su misterio.  

ANDRÉS MÚNERA

Galería

Abrir chat