1977
7′ Min
Chile
Español
Ignacio Agüero
Escuela de Artes de la Comunicación EAC
Ignacio Agüero
Ignacio Agüero
Ignacio Agüero
Fecha/Hora | Teatro | Ciudad |
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Domingo 8 de septiembre | 4:30 p.m. | Cinemas Procinal Las Américas | Medellín |
Jueves 12 de septiembre | 6:30 p.m. | Auditorio Casa Cultura | Barbosa |
Ignacio Agüero nació en Santiago de Chile en 1952. Estudió arquitectura y también cine. Muchas veces se reconoce en sus películas la importancia de los espacios debido a esa formación. Realizó su primera película, No olvidar, de forma semiclandestina, sobre una matanza de campesinos por la policía de Pinochet. Después vinieron los documentales Como me da la gana (1985), una especie de encuesta a pie de rodaje sobre por qué y para qué hacemos películas con sus compañeros cineastas chilenos, y Cien niños esperando un tren (1988) sobre cómo transmitir la magia del cine a los niños de la mano de las clases de la profesora Alicia Vega. Hasta la fecha ha dirigido diez largometrajes. También ha sido presidente de la Asociación de documentalistas de Chile; jurado en festivales internacionales; productor y director de telefilms, actor secundario de numerosas películas chilenas y actor principal en dos films de Raúl Ruiz. Es profesor de cine en la Universidad de Chile. Agüero se refiere al desarrollo de sus películas así: “Para mí es fundamental trabajar siempre con la pregunta: ¿qué es el cine? Antes de rodar, durante el rodaje y durante el montaje. Esta actitud hace que en la creación de una obra todas las posibilidades estén abiertas y todas las formas del lenguaje estén en cuestión. Creo que cada vez existe menos un lenguaje dado, sino que éste se reinventa cada vez, sobre la base de la tradición, que ya es una tradición de rupturas. Lo que hace el cineasta es desplegar su propio modo de acercarse a esa pregunta”.
Esta película se proyecta con:
Aquí se construye (o Ya no existe el lugar donde nací), de Ignacio Agüero
Mientras un grupo de obreros demuele un edificio en la comuna de Providencia, el director del documental conversa con un estucador, acompañándolo a su casa. El diálogo que se inicia indagando en su oficio pone de manifiesto la frustración del obrero, cuyo salario exiguo le impide pagar el dinero exigido para obtener los títulos de dominio de su propia casa.
Agüero en sus primeros cortos sabe encontrar el reverso del discurso, el filo de la palabra. Así como en Animal de costumbre, donde las imágenes y los acontecimientos hacen que brote la polisemia del proverbio, en Aquí se construye, que parece sacado de un título de campaña política, deja ver las costuras de su significado que esconden una ironía. No es un cortometraje que ensalce en proyecto arquitectónico y urbanístico de Chile, en el que los planos generales de los edificios en construcción y de los obreros trabajando son una manera de inspirar y enaltecer los valores de un país en crecimiento. Aunque use imágenes semejantes a las que la propaganda utiliza, él se apropia de ellas para señalar lo que es evidente: hay un grupo de personas detrás de cada edificio. Sin la clase obrera que levante los cimientos para que sean ocupados por casas, oficinas, hospitales o cualquier tipo de servicio, es necesario primero que haya un grupo de personas trabajando. El trabajador es la base de este proyecto y sólo se construye si él está, si se le dan condiciones dignas para desempeñar su trabajo. Es posible ver las semillas de sus proyectos posteriores, ya que esta película tiene la forma de un ensayo, en la que el ritmo del montaje señala una ruta de interpretación en la que se usa la arquitectura como medio de transmisión de significados, así como el uso del testimonio y la experiencia en primera persona. Los planos siguen el ritmo de un edificio que pasa por etapas de construcción y destrucción. Son los planos del edificio en ruinas aquellos que arrastran la fuerza de una idea llena de paradojas, como ya viene gestándose en el estilo de Agüero: aquí se construye, pero también se destruye, se derrumba. Si no se presta atención a las condiciones de los trabajadores, se produce el desmoronamiento de los cimientos.
Valle de Aburrá, Antioquia