80′ Min
Argentina
Español
Malena Solarz
Cecilia Pisano
Santiago Canepari, Agustín Gagliardi, Walter Jakob, Laura Paredes
Malena Solarz
Fernando Lockett
Malena Solarz
Valeria Fernández,
Francisco Pedemonte
Fecha/Hora | Teatro | Ciudad |
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Viernes 2 de septiembre | 5:30 p.m. | Cinemas Procinal Las Américas | Medellín |
Viernes 9 de septiembre | 6:00 p.m. | Parque Cultural y Ambiental Otraparte | Envigado |
Sábado 10 de septiembre | 6:40 p.m | Cinemas Procinal Las Américas | Medellín |
Malena Solarz (Buenos Aires, 1982). Egresada de la Universidad del cine, continúa allí su actividad como docente. Codirectora y coguionista de la película A propósito de Buenos Aires (2006). Junto a Nicolás Zukerfeld, codirigió El invierno llega después del otoño (2016). Como crítica, forma parte del staff de “Revista de Cine” y colabora en la revista “La vida útil”.
Pedro y Sol acaban de terminar su último año de colegio y comienzan sus vacaciones. Dedican su tiempo libre a abordar, poco a poco, tareas que quizás algún día se conviertan en sus profesiones. Sol usa sus lecciones de piano para revisar grabaciones musicales antiguas y prepara un examen para el conservatorio de música. Mientras tanto, Pedro se interesa por la dramaturgia y comienza un taller de escritura sin decírselo a nadie.
No parece pero esta película está todo el tiempo preguntándose por la velocidad de las cosas. Sin embargo, nada es realmente pasajero o veloz, todo se presenta cuidadosamente filmado, con un hálito de calma irreal, de cosa difusa y abrumadoramente nítida al mismo tiempo, quizás se debe al carácter de álbum que el título revela e imprime. Ese carácter de pequeña acumulación y de atesorar momentos se revela, a toda forma, en las hermosas sobreimpresiones del final de la película, que, al mismo tiempo, hace parte de esa geografía del cine sobre la ciudad, de gente que disfruta sus ciudades, espera un bus, va al teatro, descansa en los parques (imagino que, en ese mismo goce y en las cosas que se dicen sobre una u otra avenida, aparece también otra ciudad, o una otra manera de pararse frente a ese disfrute citadino). También, y esto es ya más obvio, de un cine sobre la juventud. Y un cine sobre jóvenes que entiende que el núcleo de esa edad tiene que ver con compartir con los demás lo que se hace. Los dos protagonistas, comparten, primero con cierto recelo y nunca con demasiado ánimo, aquello en lo que trabajan y ponen empeño. Sol estudia música, para inscribirse al conservatorio tiene que presentar un arreglo de su autoría. Pedro se inicia en el teatro, toma apuntes de las cosas que se le van ocurriendo y escribe un guión. Sol le dice a Pedro que ya podrá escuchar su composición; a su profesor de piano, porque no tiene otra alternativa, le enseña –con disimulada vergüenza y rapidez– lo que lleva. Pedro no muestra lo que escribe pero Sol, a escondidas, lo lee de todas maneras. Todo eso que tiene el compartir con los demás la creación propia es el centro de esta película sobre la vocación, el esfuerzo y el estudio. Al final, un pase de tiempo, una cercanía del tiempo, una mezcla de generaciones, una alusión a la circularidad de todas las cosas del mundo, y de pronto esa impresión de que en la vida solo hay un momento donde cualquier cosa es posible y es cuando se acaba el bachillerato.
Valle de Aburrá, Antioquia